El mundo de la política se ha vuelto el preferido de muchas series para contar, algunos en tono de broma y otros de drama, los entre telones de las internas entre partidos. Una de las pioneras, «House of Cards» marcó una época al igual que «Veep» que contó los detalles no conocidos de la Casa Blanca y de los procesos electorales de Estados Unidos.
«Vota Juan«, la serie española PRODUCIDA por 100 Balas (THE MEDIAPRO STUDIO) y TNT España, es una comedia creada por Diego San José (guionista de “Ocho apellidos vascos”), que se adentra en el mundo de la política desde la ironía y el sentido del humor. La serie ha triunfado en España hasta el punto de convertir a su personaje principal, Juan Carrasco, en un icono de todo lo que no debe hacer un político.
El actor Javier Cámara (“Hable con ella”, “Truman”, “The Young Pope”, “The New Pope”) es el protagonista absoluto de la nueva serie de Flow, donde da vida a su protagonista, Juan Carrasco, un mediocre político que posee sueños de grandeza y una gran vocación de servicio público. Se trata de uno de sus papeles de más éxito del actor, que hasta la fecha le ha valido varios premios y candidaturas en España, entre ellos el Premio Feroz y el Premio de la Unión de Actores al Mejor Actor en una serie de comedia o las candidaturas a los Premios Fotogramas y a los Premios Platino.
La primera temporada, Vota Juan, cuenta con 8 episodios rodeados de intrigas de partido, envidias y crisis. Juan Carrasco es un ministro de Agricultura que anhela presentarse a las primarias de su partido y poder optar a la candidatura de la Presidencia del Gobierno. Para esto, un equipo de campaña lo ayudará a compensar su inexperiencia y falta de habilidad política con buenas dosis de improvisación y picardía.
La segunda temporada de la ficción, presentada en España como la secuela “Vamos Juan”, cuenta con 7 episodios que relatan como dos años después de su ascenso político, Juan Carrasco se encuentra trabajando como profesor de biología en un instituto de su ciudad natal. Pero, aunque lleva una vida tranquila, ni su ambición ni su vocación se han apagado.
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